El mundo, fotografiado por invidentes
Gina Badenoch es una fotógrafa profesional que hace cuatros años tuvo “una visión”: crear talleres de fotografía para ciegos y discapacitados visuales.
Fue con esta primera idea que fundó la asociación civil “Ojos que sienten”, cuya misión es, en primer lugar, lograr que las personas que sufren ceguera sientan la misma motivación que el alpinista Weihenmayer, es decir: que entiendan que la enfermedad no es una limitante, si ellos no lo permiten.
En segundo lugar, “Ojos que sienten” busca también –y sobre todo- crear consciencia entre las personas que vemos con normalidad, para que aprendamos a entender el mundo de aquellos que tienen “capacidades diferentes”, no menores ni peores: diferentes; y que precisamente el mayor entendimiento entre esos dos mundos, proviene de aceptar y respetar las mutuas diferencias.
-¿Cómo puede una persona ciega hacer fotografías?-
La parte más importante a la hora de crear una imagen, es el proceso creativo que la precede; el resultado final es visual, cierto, pero para llegar a eso tienes que utilizar todos los sentidos, y eso es algo que las personas ciegas o discapacitadas visuales hacen cotidianamente.
La vista percibe la imagen, pero es el cerebro quien la crea, es lo mismo que nos sucede al leer: creamos imágenes, aunque no las tengamos enfrente. “Ojos que sienten” realiza constantemente talleres de fotografía para ciegos, y hoy, muchos de sus talleristas son de hecho antiguos alumnos de la organización. Sin embargo, esa es apenas la parte “más visual” de su trabajo, en realidad y en el fondo, lo que hace esta institución va mucho más allá de lo que podría apreciarse a simple vista.
“Con nuestros talleres logramos que las personas con estas capacidades diferentes recobren la confianza, primero en sí mismos y en sus aptitudes para lograr lo que se proponen, y también en el mundo y en que pueden integrarse a él a pesar de su enfermedad”, dice la fundadora de la asociación Gina Badenoch.